La salvación es obra y gracia del Espíritu Santo en nosotros, y no resultado de nuestros propios esfuerzos. Es un regalo que Dios nos ha dado por medio de su Hijo Nuestro Señor Jesucristo, para que a través de ese sacrificio en la Cruz, alcanzáramos la redención de nuestras almas.
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios 2: 8-10)